Párrafo guardado en los borradores de este blog el 22 de julio de 2019.
8 días después, con un "Qué raro... ¿Quién tiene un Chevrolet?", comenzaría a escribir la mejor historia que he vivido. Y sin final.
Lo vi como un destello de medio segundo. Como un haz de arcoíris ajeno a un basto blanco y negro. El mundo entero entre dos personas mientras decenas no son más que vacío a su alrededor. Frente al camino rutinario, diario, que cae en el olvido de no ser por matices como este. Para muchos pasó desapercibido. Para otro directamente fue imposible de percibir. Sólo mis ojos captaron ese instante; irrepetible con una cámara e inimitable con el limitado arte de mis manos. Ahora es solo recuerdo, quizá distorsionado.