jueves, 11 de febrero de 2021

¿Existes?

Párrafo guardado en los borradores de este blog el 22 de julio de 2019.

Alguien que encienda de nuevo el brillo en mi mirada. Alguien por quien agarrar de madrugada un cuaderno y empezar a escribir. Alguien cuyo recuerdo en el pensamiento me inspire. Que me deje con ganas de más, y despacio hasta el infinito, siga sin saciarme. Pienso en una persona con la que envejecer, a la que conocer hasta el último rincón, a la que levantar en cada flaqueza, con la que llamarme "nosotros", con la que dar la vida... ¿Existes? La persona que venga a mi cabeza con esa canción. Que pueda decir que me flipa. Que me encante toda. Y descubrirla. La persona por la que decir que por ella, apostaría la vida.

8 días después, con un "Qué raro... ¿Quién tiene un Chevrolet?", comenzaría a escribir la mejor historia que he vivido. Y sin final.

viernes, 5 de febrero de 2021

Tras una esquina

Lo vi como un destello de medio segundo. Como un haz de arcoíris ajeno a un basto blanco y negro. El mundo entero entre dos personas mientras decenas no son más que vacío a su alrededor. Frente al camino rutinario, diario, que cae en el olvido de no ser por matices como este. Para muchos pasó desapercibido. Para otro directamente fue imposible de percibir. Sólo mis ojos captaron ese instante; irrepetible con una cámara e inimitable con el limitado arte de mis manos. Ahora es solo recuerdo, quizá distorsionado.


¿Qué historia había detrás de ese gesto? ¿Quiénes eran y qué hacían en ese pasillo de la estación? Era demasiado temprano en una zona empresarial para que dos jóvenes se dieran unos buenos días así. Demasiados minutos invertidos para intentar contextualizar algo tan sencillo: un beso, una mirada y una pequeña razón para la esperanza.

lunes, 20 de enero de 2020

Cómo lo ha querido, y dónde me ha llevado

Ojalá sólo fuera cuestión de doblar la rodilla ante Ti, y la batalla que tú ya has ganado para nosotros sólo hubiera que mirarla desde lejos. Tener ya un corazón entero incapaz de caer. Que la vida no tuviera tanta prueba (cómo si en esto se pudiera elegir, también me digo). Saber pedir perdón, que la teoría la sabemos o al menos nos suena. Y asumir conscientes que nunca seremos perfectos, aunque siempre queramos más.

Y sí. Él ya nos ha salvado. Particularmente, por eso a mí me duelen más los sinsentidos que llevan mi firma. Pero hay que ofrecerlos, y mirarlos con sus ojos. Aquí hay un plan y una misión. Toca dar la cara y que la partan. Adelante. Defendiendo la verdad y abrazando la cruz. Abrazando la verdad y defendiendo la cruz. Tú en el centro, y nada más. 

lunes, 15 de julio de 2019

Hola, hola, un, dos, tres

Voy a probar algo. Últimamente me retraigo con bastante frecuencia a recordar. Intento buscar algo que creo que antes tenía y ahora no tengo. Y temo profundizar más en la búsqueda, por no saber lo que puedo encontrar, la vergüenza ajena por el pasado, y perder un precioso tiempo cuando siempre habrá mejores cosas que hacer.

Hoy me avergonzaría de aquellos antiguos cuadernos de adolescente en la que me rayaba por amor (ya ni sé lo que es eso). También hay un blog lleno de telerañas en los que me desahogaba y exponía a tal nivel emocional, que hoy sería casi suicida por el daño que me podrían hacer con él. Tengo publicados casi veintiséis mil tuits en nueve años, que igual podrían impedirme ser concejal o sacarme los colores en el mundo profesional. Mi archivo fotográfico es tan amplío que puede convertirse en el terror de mis mejores amigos. Y es uno de mis tesoros. Pero escribir, ahora... ¿por qué me cuesta tanto y abandono las redes sociales,  con lo que yo era?

No dejo de extrañarlas por alguna extraña razón. Siento una llamada a comunicar que acallo cada vez que borro un tuit antes de darle a enviar. Por no ofender, por ser quién soy y lo que represento, porque sobre o por el que dirán...

¿Qué hago conmigo?