Me llamo Álvaro, aunque en mis entornos respondo al nombre de Alvaruky. Quiero ser águila desde hace ya unos años. Aunque si me pregunto por qué, hoy mi respuesta es distinta a cuando empecé. Quiero ser águila porque el mundo nos quiere gallinas.
Estoy al borde de la crisis de los 26, que psicológicamente ya ha empezado, y que se desata cuando cualquier joven madrileño deja de ser joven el abono transportes. Antaño escribía por las redes para saber de dónde vengo. Luego me cambié a los cuadernos. Empecé a callarme más, y a controlar más lo que digo. De otro de mis blogs me dijeron que había descubierto la clave para ser feliz en la vida. Quizás vuelva a dar con ella y quede entre estas páginas.
Llevo tres temporadas asomando la cabeza por TRECE y aprendiendo. Estudié periodismo y comunicación audiovisual en la UC3M. Descubro música católica en los Biorritmos de Rompiendo Moldes y manejo el control de sonido. También preparo a unos adolescentes para la Confirmación en mi parroquia de toda la vida. Antes hacia fotos a Hércules de Copenhague y me lo pasaba pipa; daba clases particulares y era monitor de campamentos. Ojala eso último no haya terminado para mí.
Estoy felizmente enamorado, soy muy amigos de aquellos pocos valientes que quieren seguir ahí; la pandemia me ha quitado mucho las ganas de fútbol, y recuperé un poco las de los videojuegos.
Mi fe es el eje y Cristo el centro, aunque le falle. No voy a discutir sobre ello, pero si quieres te lo cuento.
Estoy orgulloso de grandes hazañas que cada vez quedan más lejos: la UD San José, miles de campamentos y peregrinaciones, Semites, Talita Kum,Street Jam 2, o cuando chacho estuve a punto de ganar un concurso de televisión.
De esas cosas podría contar mil historias.
Os observo fijamente y leo en Twitter como @varuky_ y stalkeo en Instagram como @Varuky
Llevo tres temporadas asomando la cabeza por TRECE y aprendiendo. Estudié periodismo y comunicación audiovisual en la UC3M. Descubro música católica en los Biorritmos de Rompiendo Moldes y manejo el control de sonido. También preparo a unos adolescentes para la Confirmación en mi parroquia de toda la vida. Antes hacia fotos a Hércules de Copenhague y me lo pasaba pipa; daba clases particulares y era monitor de campamentos. Ojala eso último no haya terminado para mí.
Estoy felizmente enamorado, soy muy amigos de aquellos pocos valientes que quieren seguir ahí; la pandemia me ha quitado mucho las ganas de fútbol, y recuperé un poco las de los videojuegos.
Mi fe es el eje y Cristo el centro, aunque le falle. No voy a discutir sobre ello, pero si quieres te lo cuento.
Estoy orgulloso de grandes hazañas que cada vez quedan más lejos: la UD San José, miles de campamentos y peregrinaciones, Semites, Talita Kum,Street Jam 2, o cuando chacho estuve a punto de ganar un concurso de televisión.
De esas cosas podría contar mil historias.
Os observo fijamente y leo en Twitter como @varuky_ y stalkeo en Instagram como @Varuky
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te animo a dejarme tu opinión sobre esta entrada