lunes, 20 de enero de 2020

Cómo lo ha querido, y dónde me ha llevado

Ojalá sólo fuera cuestión de doblar la rodilla ante Ti, y la batalla que tú ya has ganado para nosotros sólo hubiera que mirarla desde lejos. Tener ya un corazón entero incapaz de caer. Que la vida no tuviera tanta prueba (cómo si en esto se pudiera elegir, también me digo). Saber pedir perdón, que la teoría la sabemos o al menos nos suena. Y asumir conscientes que nunca seremos perfectos, aunque siempre queramos más.

Y sí. Él ya nos ha salvado. Particularmente, por eso a mí me duelen más los sinsentidos que llevan mi firma. Pero hay que ofrecerlos, y mirarlos con sus ojos. Aquí hay un plan y una misión. Toca dar la cara y que la partan. Adelante. Defendiendo la verdad y abrazando la cruz. Abrazando la verdad y defendiendo la cruz. Tú en el centro, y nada más. 

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